En un fenómeno que solo es observable en Sudamérica, el desierto más árido del planeta, ubicado en Chile, ha cobrado vida con un espectacular florecimiento.
Turistas y visitantes se encuentran maravillados por las nuevas tonalidades de flores que brotaron en medio de la nada, describiendo la experiencia como "maravillosa" e "indescriptible".
Turistas y visitantes se encuentran maravillados por las nuevas tonalidades de flores que brotaron en medio de la nada, describiendo la experiencia como "maravillosa" e "indescriptible".
Los primeros brotes de este mecanismo natural comenzaron a verse en septiembre. Actualmente, las llanuras y cerros desérticos se han vestido de fucsia intenso (patas de guanaco), amarillo eléctrico (añañucas) y tonos blancos y celestes (suspiros).
La flora local incluye especies que solo existen allí, atrayendo diversidad de insectos, aves y hasta reptiles. Se espera que el pico máximo de la floración se alcance tras la primera quincena de octubre.
A pesar de la magnificencia del evento, las autoridades han emitido una advertencia seria: no todos los visitantes respetan la naturaleza. Se han registrado incidentes lamentables de personas que se internan de forma irresponsable para tomar una selfie, destrozando las plantas. Las autoridades y municipios urgieron a respetar la señalética y los senderos, e instalaron miradores en altura para apreciar el espectáculo sin dañarlo.