La fecha 17 del torneo Liga MX del Apertura 2025 presenta el duelo entre Cruz Azul y Pumas UNAM el cual se mudará al Estadio Cuauhtémoc, en Puebla.
El motivo es contractual, ya que Cruz Azul funge como “local administrativo” en Ciudad Universitaria, ya que la UNAM es propietaria del recinto, y en el contrato de arrendamiento se incluyó una cláusula que impide a los Pumas jugar como visitantes en su propia casa. En otras palabras, cuando el rival es precisamente los Azul y Oro, La Máquina no puede hacer uso del Olímpico Universitario como su estadio.
Así, para garantizar que el partido se desarrolle sin incumplir ese convenio, Cruz Azul recurrirá al Estadio Cuauhtémoc como sede para cerrar su fase regular del torneo. El encuentro está programado para el sábado 8 de noviembre a las 21:05 h, horario que se mantiene pese al cambio de escenario.
El contexto es relevante, Los Cementeros no cuentan con un estadio propio en la actualidad y rentan espacios para sus partidos como local. Mientras tanto, la UNAM exige salvaguardar la condición de local de Los Felinos cuando les toque recibirlos, de modo que la directiva cruzazulina debe trasladarse para cumplir con el contrato.
Para los aficionados de ambos equipos, el cambio de sede implica logística distinta: afición de Cruz Azul tiene que trasladarse a Puebla para acompañar al equipo “como local”, mientras los seguidores de Pumas visitan nuevamente un estadio que, aunque neutral en este contexto, hospedará al rival por el papel administrativo de anfitrión. También pone de relieve una situación poco común en el futbol mexicano, donde el equipo que ejerce como local no siempre lo hace en un estadio propio o bajo sus propios términos.
De esta forma, sigue impresionando que un equipo de tanta tradición, dinero y con una cementera detrás en la misma institución como Cruz Azul siga sin tener un estadio propio y recurra a esta clase de opciones.
El motivo es contractual, ya que Cruz Azul funge como “local administrativo” en Ciudad Universitaria, ya que la UNAM es propietaria del recinto, y en el contrato de arrendamiento se incluyó una cláusula que impide a los Pumas jugar como visitantes en su propia casa. En otras palabras, cuando el rival es precisamente los Azul y Oro, La Máquina no puede hacer uso del Olímpico Universitario como su estadio.
Así, para garantizar que el partido se desarrolle sin incumplir ese convenio, Cruz Azul recurrirá al Estadio Cuauhtémoc como sede para cerrar su fase regular del torneo. El encuentro está programado para el sábado 8 de noviembre a las 21:05 h, horario que se mantiene pese al cambio de escenario.
El contexto es relevante, Los Cementeros no cuentan con un estadio propio en la actualidad y rentan espacios para sus partidos como local. Mientras tanto, la UNAM exige salvaguardar la condición de local de Los Felinos cuando les toque recibirlos, de modo que la directiva cruzazulina debe trasladarse para cumplir con el contrato.
Para los aficionados de ambos equipos, el cambio de sede implica logística distinta: afición de Cruz Azul tiene que trasladarse a Puebla para acompañar al equipo “como local”, mientras los seguidores de Pumas visitan nuevamente un estadio que, aunque neutral en este contexto, hospedará al rival por el papel administrativo de anfitrión. También pone de relieve una situación poco común en el futbol mexicano, donde el equipo que ejerce como local no siempre lo hace en un estadio propio o bajo sus propios términos.
De esta forma, sigue impresionando que un equipo de tanta tradición, dinero y con una cementera detrás en la misma institución como Cruz Azul siga sin tener un estadio propio y recurra a esta clase de opciones.
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