Sesión rompe récord, 24 horas entre gritos de legisladores y protestas de agricultores: la crónica de la Ley de Aguas aprobada
Jueves, 4 de diciembre del 2025 a las 15:20
Créditos: Cámara de Diputados
Por Andrea Velasco
La discusión por la Ley de Aguas en la Cámara de Diputados se convirtió en una jornada maratónica, tensa y llena de enfrentamientos. Desde la mañana del miércoles, el ambiente ya estaba cargado: afuera del Palacio Legislativo, agricultores, ganaderos y productores bloqueaban los accesos para exigir que su voz fuera escuchada; adentro, la Comisión de Recursos Hidráulicos aprobaba el dictamen que horas más tarde desataría el choque entre Morena y la oposición.
Con 28 votos a favor, 10 en contra y dos abstenciones, la iniciativa avanzó en la Comisión entre reclamos de fast track. Para la oposición, el proceso había sido atropellado. Incluso un diputado del PT, Fernando García, admitió que, aunque respaldaba la propuesta, los tiempos eran insuficientes:
“Si a una iniciativa que se envía se le hacen muchas modificaciones y se aceptan, quiere decir que venía mal. Si se necesita tiempo para hacerla bien, podríamos haberlo pedido. Mañana vamos a estar allá en los campos y allá nos van a reclamar, y allá vamos a sufrir. Yo les digo: estuvimos con Andrés al 100, estamos con Claudia al 200, pero estamos con el pueblo al mil”, añadió el diputado que forma parte de la mayoría legislativa.
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La sesión, que debía iniciar por la mañana, comenzó casi tres horas tarde. El retraso detonó el primer enfrentamiento cuando Rubén Moreira señaló el vacío en los escaños de Morena. De inmediato se alzaron las voces: que si había quórum, que si la mayoría era innegable “le guste a la oposición o no”. Fue hasta que Ricardo Monreal, coordinador de Morena, intervino que la tensión bajó un poco. Pidió dejar atrás los insultos y avanzar porque "la sesión era prioritaria".
El pleno estaba tapizado de carteles. “El agua es un derecho”, decían los del PAN. “Morena traiciona a los campesinos”, respondían los del PRI. La oposición insistía en que la ley criminalizaba a productores y que además contenía un vicio de origen: no se había consultado a los pueblos indígenas. Y Morena con carteles que decían "Adiós al acaparamiento del MC PRIAN".
Pleno de la Cámara de Diputados.
El diputado Hugo Manuel Luna, de Movimiento Ciudadano, calificó como absurdo votar la reforma mientras el propio Monreal había declarado que el dictamen seguiría modificándose pese a que ya estaba en discusión: “Paradójicamente todavía están en una mesa de negociación con algunos campesinos; dicen que todavía los están escuchando. Mejor avísenles que ya están preparando al Senado. Se les olvida por qué están aquí; están porque la gente los apoyó en su momento, y la soberbia es muy cabrona y les va a costar muy caro”.
Monreal, por su parte, reconoció que los cambios no habían terminado. Más de 50 modificaciones hechas y otras por venir, aunque la discusión ya estuviera avanzando.
Las intervenciones subieron de tono. Morena defendía a la presidenta Claudia Sheinbaum y la Ley de Aguas. La oposición recordaba que afuera había tractores, agricultores y comunidades exigiendo ser escuchados. No bastó para frenar el impulso oficialista.
El diputado del PAN, Paulo Gonzalo Martínez dijo que la ley “los deja en incertidumbre, no garantiza las transmisiones, disfraza las prórrogas, impide la reposición de pozos y criminaliza con sanciones penales a los productores del campo”.
En la mayoría de las participaciones de Morena y sus aliados acusó a administraciones pasadas y se aseguró que solo la presidenta Claudia Sheinbaum había mostrado interés en reformar la ley. Cada orador de Morena parecía llevar un guión para felicitar y elogiar a la presidenta, además de reiterar su respaldo absoluto a las iniciativas del Ejecutivo. Un ejemplo fue la diputada Dolores Padierna:
“Nuestras iniciativas tienen una visión transformadora y humanista que busca el bienestar de todas y todos, no solo de unos cuantos. Ahora, los del PRI y PAN que pactaron con Salinas ¿están a favor del campo? ¿Desde cuándo? (...) ¿Quién les va a creer su falsa simulación? El agua es de todos, no más minorías que comercian con un recurso vital. ¡Viva la valienta presidenta! ¡Viva Morena! ¡Viva la 4T!”, dijo.
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El diputado Miguel Ángel Sánchez, de Movimiento Ciudadano, señaló que el campo estaba molesto: “Si quieren ver qué tan en serio está viviendo la gente esta discusión, salgan un momento al exterior. Ya tomaron carreteras, casetas, la entrada de la Cámara. ¿Qué más hace falta para que los escuchemos?”.
“‘Con el pueblo todo, sin el pueblo nada’, frase que les queda demasiado grande. Vayan a decirles a los agricultores eso, los que están allá afuera esperando que los atiendan. ¡Bola de hipócritas”, dijo el diputado del PRI, Luis Gerardo Sánchez.
Mientras tanto, el diputado del Partido Verde, Manuel Alejandro Cota, agradeció a la presidenta Sheinbaum su iniciativa de Ley de Aguas. En contraste, el diputado del PAN, Diego Ángel Rodríguez, llamó a los morenistas “carroñeros y sicarios legislativos” y los acusó de esconderse de la gente, como los productores que no fueron recibidos en la “supuesta casa del pueblo”.
Después de casi seis horas de discusión, poco antes de las 8:30 de la noche, comenzó la votación en lo general. Inicialmente, el pleno estaba casi vacío; sin embargo, en minutos los diputados llegaron “como hormigas a una migaja”, listos para votar pese a que muchos no escucharon los argumentos de sus compañeros.
La Ley de Aguas fue aprobada en lo general con 328 votos a favor, 131 en contra y cinco abstenciones. Luego comenzó la discusión en lo particular, donde se elevaron los ánimos, los gritos y las alusiones personales entre legisladores de distintas bancadas.
Pasaron al menos cinco legisladores de la oposición para explicar sus reservas y, casi como si hubiera sido ensayado, la mayoría del Congreso votaba en contra de cada una. Ninguna fue aprobada hasta que subió al pleno el coordinador de Morena, Ricardo Monreal.
Acompañado por los coordinadores del PT, Reginaldo Sandoval, y Carlos Alberto Puentes del Partido Verde. Monreal anunció un paquete de 18 reservas adicionales, además de los más de 50 cambios ya incorporados a la reforma inicial enviada por la presidenta Sheinbaum.
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Pero la oposición no dejó pasar la afirmación. Moreira del PRI sostuvo que no hubo consulta previa y que las reservas eran simples cambios de redacción, “falacias” que no resolvían el fondo. Lo que siguió fue una batalla de gritos, mociones de orden y acusaciones cruzadas. Morena acusó a la oposición de intentar “reventar” la sesión.
“Ubíquense, porque si no, la realidad los va a ubicar. Cuando se traiciona al pueblo en algo tan fundamental, es el pueblo quien exige, y en 2027 será el momento de la gran derrota. Por la soberbia con la que gritan y levantan el brazo… ¡Qué indigno!”, gritó el coordinador del PAN, Elías Lixa.
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Movimiento Ciudadano también rechazó las 18 reservas y afirmó que “el diablo está en los detalles”.
Habían pasado más de 19 horas de sesión —de las cuales más de cuatro se dedicaron a discusiones ajenas al fondo de la reforma—, los tractores y agricultores seguían afuera del Palacio Legislativo esperando ser escuchados. Adentro, la presidenta de la Cámara pedía una y otra vez “templanza”, aun así, los legisladores continuaban pidiendo la palabra para mociones de orden que terminaban convirtiéndose en nuevos ataques.
Finalmente, tras una sesión de 24 horas seguidas —que rompió récord en la Cámara—, y entre reclamos, reservas apresuradas, reconocimientos tardíos y acusaciones de traición, la Ley de Aguas avanzó en medio de uno de los debates más caóticos y extensos de la legislatura, dejando dentro y fuera del recinto un fuerte sentimiento de inconformidad y desconfianza.
Antes de llegar a la votación definitiva, los coordinadores de cada grupo parlamentario se reunieron y acordaron terminar la discusión para pasar a la votación de la iniciativa. Cuando regresaron, lo hicieron con menos confrontación, dieron un último discurso, fijaron su postura —la oposición en contra y Morena a favor—, y así se aprobó la ley en lo particular con 324 votos a favor, 118 en contra y dos abstenciones. Más de sesenta artículos habían cambiado respecto a la propuesta original enviada por la presidenta Sheinbaum. A las 2:16 de la tarde del jueves 4 de diciembre se levantó la sesión y la reforma emprendía su camino rumbo al Senado.
Votación en lo particular - Ley de Aguas