La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) inició una nueva etapa tras la reciente reforma judicial, pero no sin un manto de escepticismo por parte de la academia. El Dr. José Antonio Caballero, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, proyecta un panorama complejo y desafiante para la recién conformada corte.
El académico expresa serias reservas sobre el futuro inmediato. “La apuesta de toda la reforma es que si los elegimos mágicamente las cosas van a cambiar”. La corte, ahora reducida a nueve ministros y operando exclusivamente en pleno, se enfrenta a una carga de trabajo ya importante. El investigador predice “enormes rezagos, muchas demoras”, una contradicción flagrante con el objetivo inicial de la reforma de agilizar la justicia. “Yo no veo cómo francamente” se cumplirán esas promesas, añade.
En otro punto, el Dr. Caballero anticipa una “reducción en la calidad de los debates de inicio”. Aunque acepta que la carrera judicial no es un requisito excluyente para ser un buen juzgador, subraya que el trabajo jurisdiccional es un “oficio que se requiere dominar”, una habilidad que “no se va a dominar de la noche a la mañana”. Por ello, insta a la cautela: “hay que tener reservas definitivamente”, ya que “sería ingenuo pensar que podemos esperar que la corte de la noche a la mañana sea una gran corte”.
Sin embargo, el investigador de la UNAM no descarta la posibilidad de debates internos y la emergencia de individualismos, incluso entre los ministros que votan en bloque. Señala que “incluso entre ellas no había necesariamente un consenso” en ciertos temas, refiriéndose a las ministras que repiten. Estos factores, unidos a la posible influencia de los "egos", podrían generar una “dinámica constructiva”, aunque no vaticina una corte operando con "consensos continuamente".
La esperanza es que la ciudadanía mantenga un ojo crítico sobre el desempeño de estos nuevos juzgadores. La promesa de una justicia más ágil y efectiva enfrenta un camino empinado, marcado por la necesidad de una rápida adaptación y la superación de las profundas dudas técnicas que hoy ensombrecen su futuro inmediato.