Reforma
Donald Trump intensifica la estrategia militar en el continente. Durante su mensaje navideño, el mandatario estadounidense anunció el inicio de ataques terrestres contra carteles de la droga en América Latina. Esta fase sucede a cuatro meses de bombardeos navales en el Caribe y el Pacífico que, según Washington, redujeron el narcotráfico marítimo un 96%.
El Pentágono reporta al menos 80 fallecidos tras destruir diversas "narcolanchas". No obstante, el objetivo central de la Casa Blanca parece fijarse en Caracas. El líder republicano reveló diálogos con firmas petroleras internacionales para ingresar a territorio venezolano "una vez caiga Maduro". Mientras expertos de la ONU denuncian que el bloqueo a buques viola el derecho internacional, potencias como China y Rusia califican las acciones de acoso.
La movilización de recursos sugiere intervenciones de impacto profundo. Washington trasladó helicópteros y tecnología sofisticada a Puerto Rico, equipo asociado previamente a operaciones de alto riesgo como la localización de Osama Bin Laden. A pesar de que la administración norteamericana asegura que el régimen actual tiene los días contados, la resistencia oficialista persiste.
Mediante este despliegue, el gobierno estadounidense escenifica una presión máxima sobre la región. El cierre de año sitúa a las fuerzas armadas en alerta ante posibles incursiones inminentes. La seguridad continental y el control de los recursos energéticos sudamericanos definen hoy la agenda geopolítica de la Casa Blanca.
