Estados Unidos retiró la certificación de aliado en la lucha contra las drogas a Colombia, el mayor productor de cocaína del mundo. Washington acusa al gobierno de Gustavo Petro de incumplir sus compromisos internacionales en la batalla contra carteles y grupos armados. Bogotá, en una respuesta contundente, rechazó la medida, reafirmó su compromiso antidrogas y suspendió la compra de armas a Estados Unidos. Esta es la primera vez desde 1996 que se toma una decisión así, poniendo en riesgo una ayuda anual de 380 millones de dólares.
La descertificación, tras 28 años de cooperación, se interpreta como un "serio jalón de orejas" de su socio más importante, según Alexandra Correa, corresponsal de DW Español. Aunque el encargado de negocios estadounidense en Bogotá, John Mcmara, enfatizó que la cooperación económica y de seguridad "no se va a ver alterada ni ayer ni hoy ni mañana", el mensaje es claro: Colombia debe "reducir drásticamente los cultivos de hoja de coca" y "aumentar las incautaciones narcotraficantes". Hoy, Colombia tiene seis veces más cultivos de coca que en la época de Pablo Escobar, estimándose en 253,000 hectáreas.
El gobierno colombiano rechazó categóricamente las afirmaciones de incumplimiento. Petro lamentó que Estados Unidos no reconociera a su administración como la que "más incautaciones de cocaína ha hecho en toda la historia". Además, el presidente colombiano señaló la necesidad de que Estados Unidos frene el consumo interno de cocaína por parte de sus ciudadanos, argumentando que la lucha en Colombia ha sido para "impedir que la sociedad norteamericana se embadurne más las narices".
La razón del aumento de cultivos, según Petro, radica en el incremento del consumo mundial, especialmente en Europa y EE. UU.. A pesar de diferencias, las relaciones históricas entre ambos países parecen "sobrepasar los turnos de gobiernos", pues se necesitan mutuamente en comercio y seguridad.
La razón del aumento de cultivos, según Petro, radica en el incremento del consumo mundial, especialmente en Europa y EE. UU.. A pesar de diferencias, las relaciones históricas entre ambos países parecen "sobrepasar los turnos de gobiernos", pues se necesitan mutuamente en comercio y seguridad.