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Cuauhtémoc Blanco: ¿tiene el mismo comportamiento en la política y en la cancha?

El exfutbolista y actual diputado federal por Morena, Cuauhtémoc Blanco, protagonizó un incidente que no pasó desapercibido durante el reciente partido del “Clásico de Leyendas” entre Club América y Club Guadalajara, celebrado el pasado 25 de octubre en Tijuana. Blanco le propinó una fuerte patada al exjugador tapatío Alberto “Venado” Medina luego de que no se le sancionara una falta en su contra.  

La jugada se produjo cuando Cuauhtémoc disputaba un balón en el mediocampo y sintió que la acción de Medina merecía sanción, la cual no llegó. Ante esto, su reacción fue inmediata: persiguió al “Venado” y le aplicó una barrida por detrás que generó la caída del exjugador del Guadalajara. El árbitro no mostró de inmediato una sanción visible.  

Aunque el partido fue de carácter amistoso al reunir exjugadores, el temperamento del examericanista recordó sus días de alta competencia. La rivalidad entre América y Chivas, que siempre ha sido intensa, demostró que no se limita a los jugadores en activo, sino que también aflora en este tipo de encuentros de leyendas.  

Más allá de la anécdota, el episodio plantea varias reflexiones sobre la figura de Blanco: como legislador, su participación en un evento deportivo con una agresión visible no es un simple desliz, sino un acto que puede generar cuestionamientos sobre su comportamiento público. Además, para él como exjugador ícono, esta acción podría afectar su legado, recordando que la imagen pública de los personajes ligados al deporte se vigila cada vez más.

Para el público que acudió al evento y para quienes vieron el video viralizado, el suceso generó de inmediato reacciones en redes sociales. Muchos destacaron la nostalgia al verlo en la cancha, pero también criticaron que un exfutbolista de su calibre bajara del estándar esperado en materia de fair play, incluso en un juego de exhibición.

El incidente del diputado en el Clásico de Leyendas sirve como un recordatorio de que la intensidad de la rivalidad futbolística puede permanecer mucho tiempo después del retiro. Pero también de que quienes transitan entre el deporte y la esfera pública deben cuidar su conducta para preservar tanto su legado como su credibilidad, más aún cuando tienes compromisos y responsabilidades en la política.