La Unión Europea impuso una multa histórica de 3,500 millones de dólares al gigante tecnológico estadounidense Google. La sanción responde a acusaciones de "prácticas anticompetitivas" dentro de su sistema de publicidad en línea. Reguladores antimonopolio afirmaron que la compañía favoreció sus servicios publicitarios, generando un grave "perjuicio a sus rivales y editores".
Bruselas, que investigaba a Google desde 2021, sostuvo que la tecnológica abusó de su posición dominante en el sector. Este comportamiento, "ilegal según las normas antimonopolio de la Unión Europea", afectó a editores, anunciantes y consumidores. En 2023, la comisión recomendó a la firma vender parte de sus servicios de publicidad para asegurar una "competencia leal". La comisión ahora concede 60 días a la empresa para explicar cómo pondrá fin a estas "prácticas de autopreferencia" y evitará futuros "conflictos de interés".
Curiosamente, la imposición de esta multa se pospuso anteriormente. El comisario de comercio, Maros Sekovic, demoró la decisión por "temor a represalias" del expresidente estadounidense Donald Trump. Él había advertido a Europa contra una supuesta "persecución a las tecnológicas estadounidenses", lo que pondría en riesgo la promesa de Trump de rebajar los aranceles a los automóviles europeos.
Google anunció su intención de apelar la sanción, calificándola de "injustificada". La firma argumentó que los cambios exigidos "perjudicarán a miles de empresas europeas", dificultando la obtención de beneficios. Además, defendió no encontrar "nada anticompetitivo en prestar servicios a compradores y vendedores de publicidad" y señaló la existencia de "más alternativas" que nunca a sus servicios.
Esta sanción representa la tercera en una sola semana para Google. Previamente, un jurado en Estados Unidos le ordenó pagar 425 millones de dólares por recopilar información ilegal. Además, la Agencia Francesa de Protección de Datos impuso otra multa de 325 millones de euros por no respetar la ley sobre cookies en internet.
Esta sanción representa la tercera en una sola semana para Google. Previamente, un jurado en Estados Unidos le ordenó pagar 425 millones de dólares por recopilar información ilegal. Además, la Agencia Francesa de Protección de Datos impuso otra multa de 325 millones de euros por no respetar la ley sobre cookies en internet.