Por Vero Teigeiro
El reporte “Panorama de la salud” 2025 de la OCDE, que reporta datos de 2023, muestra que México es un país donde su sistema de salud impacta considerablemente la mortalidad, siendo de los peores en varios indicadores e incluso empeorando en algunos, como las muertes prevenibles y tratables.
El reporte “Panorama de la salud” 2025 de la OCDE, que reporta datos de 2023, muestra que México es un país donde su sistema de salud impacta considerablemente la mortalidad, siendo de los peores en varios indicadores e incluso empeorando en algunos, como las muertes prevenibles y tratables.
Esperanza de vida
La esperanza de vida al nacer es un indicador básico que muestra cuántos años podría vivir una persona de acuerdo a estadísticas de años al morir de la población. En él, México se mantiene estable, 75.5 años en 2023, pero aún estando casi 6 años por debajo del promedio de la OCDE.
Muertes por causas prevenibles
Las muertes prevenibles incluyen enfermedades infecciosas, heridas y condiciones asociadas a factores de riesgo como el consumo de tabaco, alcohol u obesidad. México ha empeorado en estos números con los años. Mientras en 2017 se tenían 212 por cada cien mil habitantes, a diferencia del promedio de la OCDE de 133, para 2021 se dispararon a 435, mientras la OCDE incrementó a 158.
Y si bien estos indicadores aumentaron por la pandemia de Covid, ya que dicha enfermedad se incluye en enfermedades prevenibles, México lo hizo a un ritmo muy superior a la OCDE, teniendo un incremento de 104%, mientras el de la OCDE fue del 19%, lo cual nos indica que el impacto de la pandemia en México, así como las muertes que provocó, estuvieron muy por encima del promedio y, por ende, se debieron a factores atribuibles a la realidad del país y su sistema de salud y no sólo al coronavirus.
Para 2023, hubo una recuperación, disminuyendo a 243, pero aún así ubicándose por encima del número de 2017 (212); el promedio de la OCDE también se recuperó, bajando a 145, pero igualmente por encima de periodos previos (133 en 2017).
Muertes por causas tratables
Las muertes tratables se refieren a aquellas provocadas por padecimientos circulatorios (principalmente infartos y accidentes cerebrovasculares), metabólicos, como la diabetes, y cáncer.
En esta métrica, México también ha tenido incremento. En 2017 tuvo 155 muertes tratables por cada cien mil habitantes, pero para 2021 tuvo 230, un incremento del 48%. Aquí el Covid no está considerado como parte de la métrica, pero sí una afectación, al reducir los recursos de salud disponibles para tratar otras enfermedades para enfocarlos en la pandemia.
Para 2023 tuvo una recuperación, bajando a 175, pero continúa estando por encima de los 155 iniciales, para un incremento del 13% en 6 años.
Comparativamente, la OCDE tuvo en promedio 75 muertes tratables en 2017, poco menos de la mitad de México, y su incremento en 2021 fue tan sólo del 5%, lo que significa que el incremento de México fue casi 10 veces más. Este número nos muestra que, aunque la pandemia fue un factor que impactó en la disponibilidad de recursos para otros padecimientos, México tiene particularidades que contribuyeron a un mayor impacto que el que se tuvo en otros países.
Mortalidad después de infartos agudos de miocardio
El porcentaje de muertes dentro de los primeros 30 días posteriores a un infarto nos deja ver la calidad, disponibilidad y efectividad del tratamiento médico, ya que poder transportar y tratar adecuada y oportunamente a las personas que presentaron un infarto va a incrementar su probabilidad de sobrevivir. En esto México ha seguido la tendencia de la OCDE y ha mejorado, pasando de 28.1 muertes por cada 100 admitidos en 2015 a 22.6 en 2023, una disminución del 20%.
Sin embargo, sigue siendo el más alto de la OCDE, y muy por encima del promedio de la misma, que es de 6.5 muertes por cada 100 admisiones. Otra problemática con este indicador es que México, a diferencia de otros países, sólo presenta datos no unificados. Esto significa que la información disponible sólo es si la persona falleció en el primer lugar donde fue admitido; si después de la admisión fue trasladado a otro hospital o clínica y falleció ahí, no se está considerando en este número. Los datos unificados, que contemplan la información de todos los lugares donde pudo haber tratamiento, son más altos y más apegados a la realidad; por ejemplo, el promedio de la OCDE sube de 6.5 a 8.6 con datos unificados.
Por ello, aunque es una buena noticia que México tiene una tendencia a la baja, aún hay mucho que trabajar para reducir este número, ya que mientras en la OCDE 6 personas de cada 100 admitidas fallecen, e incluso en países latinoamericanos como Chile 8 de cada 100 fallecen, en México son 23 de cada 100.
Entonces, incluso sin contemplar que el número con datos unificados debe ser mayor, hablamos de que casi 1 de cada 4 personas que sufre un infarto agudo en México va a morir en los 30 días posteriores a su admisión hospitalaria.
Mortalidad después de accidente cerebrovascular isquémico
Los accidentes isquémicos, aquellos provocados por coágulos, representan el 85% de los accidentes cerebrovasculares. En esto México ha tenido una mejora, pasando de 19.2 muertes por cada 100 admisiones en 2015, a 17 en 2023. Sin embargo, al igual que en el caso de la mortalidad posterior a los infartos agudos, nuestro país está muy por encima del promedio de la OCDE, que disminuyó de 8.2 muertes por 100 admisiones en 2015 a 7.7 en 2023.
Además, aquí la diferencia entre datos no unificados y datos unificados es superior, por lo que el número real. Por ejemplo, Letonia, el peor de la OCDE en esta métrica, muestra 17.3 muertes en datos no unificados para 2023, pero en datos unificados el número sube a 22.2, y el de Turquía sube a más del doble, de 7 a 17.6.
Entonces, aunque se tiene una tendencia a la baja, al igual que en el indicador anterior, todavía se debe trabajar en mejorar el tiempo de atención y el tratamiento posterior a los accidentes cerebrovasculares, ya que mientras en la OCDE 8 de cada 100 admitidos por esta razón mueren durante los 30 días posteriores, en México son 19 de cada 100, o sea, casi 1 de cada 5.
Resumen
Los resultados del 2023, así como su comparación con reportes desde el 2015, nos permiten observar los avances y retrocesos relativos a la mortalidad de los mexicanos. Aunque ha habido avances en los tratamientos tras infartos y accidentes cerebrovasculares, se mantienen por encima del promedio y en niveles que hacen que los mexicanos mueran mucho más por estas causas que habitantes de otros países, y esto es producto, principalmente, del sistema de salud que los trata. Esto se puede observar en que el número de muertes prevenibles y tratables se ha incrementado, mientras siguen estando muy por encima del promedio.
Todo lo anterior se refleja en que la esperanza de vida de los mexicanos sea 6 años menor al promedio de la OCDE. El país necesita políticas públicas que ayuden a reducir la incidencia de estos padecimientos, así como seguir disminuyendo el número de muertes tras la admisión.
Encuentra mañana otra entrega de "Salud en México según la OCDE".
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