El gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, rindió su primer informe de gobierno el 6 de noviembre en el Museo Cabañas. Destacó avances como la creación de la Secretaría de Inteligencia y Búsqueda de Personas Desaparecidas, con un aumento de 172% en presupuesto. También se refirió a la mejora en los indicadores financieros del estado, pues obtuvo calificación triple A de inversión y logró un crecimiento de 41% en exportaciones y 435% en inversión extranjera directa. Además, subrayó la reducción de homicidios y robos en algunas regiones.
Pero los retos que enfrenta Jalisco son de fondo y ponen a prueba su capacidad de gestión. El primero, y más grave, es el de la seguridad. A pesar de los operativos, el Cártel Jalisco Nueva Generación mantiene una fuerte presencia en el estado, particularmente en regiones como Tierra Caliente, la Costa y el área metropolitana de Guadalajara. La violencia contra mujeres y desapariciones continúan siendo una herida abierta. Jalisco es el estado con más desapariciones en el país, con al menos 15,286, según los registros de la organización especializada Red Lupa.
En materia económica, el reto será sostener la inversión y el crecimiento en un contexto nacional de incertidumbre regulatoria, desaceleración industrial e inversión a la baja. En transporte y movilidad, Guadalajara sigue enfrentando congestionamientos severos y una cobertura desigual del transporte público. La falta de agua en la zona metropolitana y la crisis ambiental en Chapala también exigen soluciones estructurales.
Gobernar Jalisco implica enfrentar a poderes criminales, desigualdades regionales y demandas sociales profundas. Si logra dar resultados reales en seguridad, movilidad y justicia, su gobierno podrá marcar una diferencia en los cinco años que tiene por delante.