Gabriel Milito despejó cualquier duda sobre un posible regreso a Independiente y reafirmó su compromiso con Chivas. Tras el empate sin goles frente a Tigres, el estratega argentino fue contundente: “Nadie se comunicó conmigo. Estoy centrado y contento de estar en Chivas, con dos años por delante”.
Desde su llegada, el técnico ha vivido momentos complicados. Los resultados no han sido los esperados y el Rebaño se mantiene lejos de los primeros puestos. Sin embargo, Milito insiste en que su proyecto necesita paciencia y continuidad para rendir frutos.
La diferencia con la partida de Fernando Gago es notoria. Mientras el exentrenador negó su salida hasta último momento y dejó la sensación de un proyecto inconcluso, Milito asegura que jamás escuchará ofertas mientras tenga contrato y que su intención es consolidar un proceso en Guadalajara.
El argentino apuesta por la constancia y la visión a largo plazo en un club exigente, con una afición que demanda resultados inmediatos. Su reto es monumental: transformar el buen juego en victorias y evitar que su paso sea visto como otro experimento fallido.
Si logra recuperar la confianza, alinear rendimiento y resultados, podría cambiar la narrativa rojiblanca. Más que un trampolín, Milito quiere ser recordado como el técnico que ayudó a reavivar al gigante dormido.