La Unión Europea ha anunciado un endurecimiento de las normas sobre visados para todos los ciudadanos rusos. Los cambios buscan dificultar la entrada a visitantes provenientes de Rusia, con el objetivo de mitigar el aumento de los riesgos para la seguridad derivados de la "guerra de agresión injustificada" de Rusia contra Ucrania.
Una de las medidas más importantes es que los ciudadanos rusos ya no recibirán visados de entrada múltiple. Ahora, deberán cursar una nueva solicitud cada vez que deseen viajar al bloque europeo. Esto permitirá un "examen minucioso y frecuente" de cada solicitante, con el fin de mitigar cualquier posible riesgo para la seguridad.
El portavoz de la Comisión Europea señaló que la instrumentalización de la migración, los sabotajes y el posible uso indebido de visados son factores clave en esta decisión.
La jefa de la diplomacia comunitaria fue contundente al señalar que viajar no es un privilegio, no es un derecho dado.
Esta restricción se aplica ahora a todos los ciudadanos rusos, y no solo a políticos o diplomáticos. Los viajeros estarán sujetos a controles más estrictos y no podrán optar al sistema de visados de entradas múltiples.
Aunque la UE no puede imponer una restricción total (ya que la competencia es de cada Estado miembro), el anuncio coincide con una campaña de provocaciones de Rusia, especialmente con el avistamiento de drones. Esta misma semana, Bélgica cerró varios aeropuertos por la presencia de estos dispositivos.
Las medidas han generado polémica, pues hay quienes creen que penalizan a toda la sociedad rusa y fortalecen la narrativa hostil del Kremlin contra el bloque europeo. Se harán excepciones con disidentes, periodistas independientes y activistas pro derechos humanos.
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