Buscar
DESTACADO

¿A quién le dedicó sus discursos de cierre Claudia Sheinbaum?

La presidenta Claudia Sheinbaum conmemoró su primer año de gobierno con dos actos de alto impacto. Mientras el evento realizado en el Zócalo acaparó la atención mediática y las fotos de la prensa, el discurso más significativo ocurrió en Veracruz.

Las columnas destacan el evento del Zócalo como verdaderamente extraordinario por la asistencia masiva. Este tipo de reuniones, son las que le gustan a Morena, para reafirmar a la mandataria. Una buena parte de las crónicas se enfocan en la gran cantidad de gente y en detalles menores, como qué personajes estaban distraídos o si fueron colocados en el templete. 

El mensaje ofrecido en la capital no resultó muy distinto a lo que ha manejado en semanas recientes. Ella habló de corrupción y rechazó de manera absoluta la ruptura con el presidente López Obrador.

Sin embargo, el mensaje mucho más profundo se pronunció el sábado anterior en Veracruz. Este encuentro, que no tuvo la misma atención, ocurrió ante las fuerzas armadas y con la presencia de las presidentas del Congreso y de la Corte.

La jefa del Ejecutivo estableció un duro referente ético para su movimiento. La mandataria declaró que aquellos quienes se corrompen en la administración pública son unos traidores a la patria. Ella insistió que la corrupción representa deslealtad.

Sheinbaum también planteó una pregunta directa y contundente a la élite de su partido al cuestionar: ¿De qué sirve el dinero mal habido si con él se pierde la reputación y el legado? El mensaje es claro para el poder y el primer círculo de la llamada Cuarta Transformación. La advertencia apunta directamente a figuras que han levantado sospechas en los últimos días. 

La presidenta les pidió vivir con rectitud pues deben ser ejemplo para la familia, para los compañeros y para la nación entera. 

 Esta declaración implica que algunos miembros del movimiento ya no se van a sentir tan intocables.