Finalmente, se publicaron los resultados de la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (ENCODAT) 2025. La presentación de los mismos corrió a cargo del secretario de salud, David Kershenobich, en la conferencia matutina del 23 de diciembre.
La noticia es relevante no sólo por lo que dicen los datos, sino porque durante ocho años México estuvo a ciegas. La última encuesta disponible era la de 2016-2017 y, aunque durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se levantó información, los resultados nunca se hicieron públicos. Con esta publicación se corrige, por fin, una falla grave que se arrastró todo un sexenio.
Contar con datos confiables no es un lujo técnico. Es una condición básica para diseñar políticas públicas.
Entre los hallazgos más relevantes de la ENCODAT 2025, destaca una tendencia positiva en la juventud: el consumo experimental de drogas en adolescentes disminuyó del 6.2% al 4.1% en los últimos nueve años. Sin embargo, en la población adulta el panorama es distinto, con un incremento en el uso de cannabis (que pasó de 9.3% a 13.3%) y un alza en el consumo de alcohol entre las mujeres, que subió de 62.6% a 69.3%.
Mientras el consumo de tabaco tradicional bajó, el uso de cigarros electrónicos se duplicó, y los indicadores de salud mental —como el malestar psicológico y conductas de riesgo— se han concentrado de forma alarmante en los más jóvenes.
La información deberá analizarse con detenimiento en las próximas semanas y meses para alimentar la discusión pública y, sobre todo, la toma de decisiones en salud, prevención, regulación y atención a la salud mental.
Publicar la ENCODAT era una deuda del Estado con la sociedad. Ahora toca usar los datos para tomar decisiones informadas.