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¿Cuál es el panorama para el AIFA en el 2026?

El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) entra a 2026 con luces y sombras. Por un lado, hay avances que pueden transformar su papel en la movilidad nacional: el tren suburbano que conectará la Ciudad de México con el AIFA está prácticamente listo para iniciar operación el próximo año y se espera que movilice más de 82 mil pasajeros diarios, reduciendo tiempos de traslado y mejorando la accesibilidad desde el Valle de México.

Este tipo de infraestructura es clave para que el aeropuerto deje de ser percibido como un proyecto aislado y se integre verdaderamente al sistema de transporte metropolitano. Una conexión ferroviaria eficiente puede ayudar a despejar una de las críticas más persistentes: la lejanía del aeropuerto del centro urbano y la dificultad para llegar sin automóvil.

Sin embargo, no todo es alentador. El AIFA ha enfrentado una disminución de pasajeros internacionales con respecto a 2024 que afecta su crecimiento. El director general del aeropuerto ha señalado que, tras la revocación de rutas por parte de Estados Unidos, el AIFA podría perder alrededor de 84 mil pasajeros anuales, especialmente en vuelos internacionales, que son un componente fundamental para su consolidación. 

Esto se suma a una realidad que ya mostraban las estadísticas: el aeropuerto no ha alcanzado un crecimiento significativo en el tráfico total de viajeros, y el incremento de pasajeros en el Valle de México ha sido modesto desde su apertura. 

Para 2026, el reto será combinar mejor conectividad terrestre, impulso de rutas internacionales y una estrategia clara de atracción de aerolíneas con beneficios reales para los pasajeros. De esta manera podría dejar de ser un proyecto simbólico del lopezobradorismo y convertirse en un aeropuerto competitivo, con impacto económico. Este año será crucial para demostrar si puede consolidarse como un nodo aeroportuario útil para la metrópolis o si seguirá sin despegar del todo.