México enfrenta un dramático recrudecimiento de la censura. El libro "Cállense: los nuevos rostros de la censura", concebido por Humberto Musacchio, compila voces que alertan sobre la situación actual.
Gabriela Warkentin y Héctor de Mauleón alertaron sobre la ola de censura que recorre México. "La censura ha existido siempre, pero ahora exhibe una actitud mucho más cínica por parte de los censores. La preocupación principal radica en las nuevas formas que adoptan las represalias", señaló Musacchio.
Gabriela Warkentin y Héctor de Mauleón alertaron sobre la ola de censura que recorre México. "La censura ha existido siempre, pero ahora exhibe una actitud mucho más cínica por parte de los censores. La preocupación principal radica en las nuevas formas que adoptan las represalias", señaló Musacchio.
ARTÍCULO 19 documentó 51 casos de acoso judicial contra la prensa durante los primeros siete meses del año. Esta cifra convierte a 2025 en un "año histórico" y de "quiebre," superando los 40 casos registrados en todo 2021. Este incremento evidencia la "judicialización de la libertad de expresión" pues ahora se utiliza la ley desde lo local y estatal para intentar callar las voces incómodas.
La estrategia consiste en perseguir a los comunicadores desde el derecho, transformando tribunales e instituciones electorales en espacios de coerción. Las vertientes favoritas para estas denuncias incluyen la violencia política en razón de género, la calumnia y el daño moral. Los periodistas ya no solo enfrentan la "zona oscura de la censura", sino que deben encarar tribunales, procesos y multas con la advertencia de que el SAT podría intervenir, comentó Héctor de Mauleón. Este proceso puede generar consecuencias administrativas, económicas e incluso penales.
Estos ataques no se limitan a los profesionales del periodismo, quienes ya sufren el asedio del crimen organizado. Los funcionarios públicos concentran entre el 45% y el 50% de estos casos de acoso. Un hecho considerado inédito es el de la gobernadora de Campeche, quien habría intentado poner un censor junto a un periodista para controlar su discurso.
Estos ataques no se limitan a los profesionales del periodismo, quienes ya sufren el asedio del crimen organizado. Los funcionarios públicos concentran entre el 45% y el 50% de estos casos de acoso. Un hecho considerado inédito es el de la gobernadora de Campeche, quien habría intentado poner un censor junto a un periodista para controlar su discurso.
La operación es sistemática desde el 2018: demoler el prestigio de los periodistas y sacarlos de los espacios de debate, sustituyéndolos por "porristas" que justifican las acciones del gobierno.
La persecución ya se extendió a ciudadanos comunes y corrientes. Se han documentado casos contra tuiteros, obligados a disculparse por emitir comentarios o poner un simple "jaja". Este ataque a ciudadanos es un mensaje que busca inhibir la crítica.
Warkentin señalo que el mayor desafío es la falta de conciencia social. Mientras la agresión contra la prensa siga siendo solo una "herida profesional" y no se convierta en una "herida social", las historias de censura continuarán.
La articulación y la defensa de los espacios de crítica resultan cruciales para evitar la "oleada de censura". Los periodistas deben organizarse y levantar la voz, porque nadie regalará la libertad de expresión. El periodismo crítico tiene la obligación de señalar los errores y despilfarro de los funcionarios para defender el derecho de los ciudadanos a enterarse de lo que sucede.
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