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Acuerdo Nacional contra la Extorsión: qué incluye y qué falta

En la 52 Sesión Ordinaria del Consejo Nacional de Seguridad Pública, celebrada en Palacio Nacional, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, presentó el Acuerdo Nacional contra la Extorsión. Se trata de un esfuerzo por enfrentar uno de los delitos que más preocupa a la población y al sector productivo. 

El acuerdo busca armonizar la legislación estatal con un marco nacional común para perseguir la extorsión de oficio, sin depender de denuncias individuales. Se plantea crear y fortalecer áreas especializadas en extorsión dentro de las fiscalías estatales, lo que podría mejorar la investigación y persecución del delito en cada entidad. 

También incluye el refuerzo de la línea de denuncia 089, que ha recibido más de 102 mil reportes y ha impedido decenas de miles de extorsiones desde que se implementó la estrategia en julio de este año, según informó el secretario. El plan contempla la elaboración de un manual nacional unificado para estandarizar cómo se reciben las denuncias, se investigan y se persiguen los casos en todo el país. 

Este acuerdo representa un paso importante al reconocer la extorsión como una prioridad nacional y al obligar a todos los estados a homologar sus leyes. Sin embargo, hay algunas áreas de oportunidad que saltan a la vista. La primera es la reforma de fondo que requiere la FGR y las fiscalías locales para procesar las denuncias. Sin fiscalías profesionales, con capacidad técnica y que prevengan casos de corrupción, los casos terminan archivados por mala técnica en las investigaciones. La segunda es que el acuerdo no contempla una estrategia específica para los grandes grupos criminales, que tienen asfixiados a productores agrícolas. El caso más notorio es el de los limoneros y los aguacateros en Michoacán. La prevención y persecución de este delito debe ser distinto de las bandas criminales que extorsionan telefónicamente a individuos y pequeños comercios. 

La extorsión no cede fácilmente, y aunque este acuerdo ofrece un marco más sólido, su éxito dependerá de que no quede solo en papel, sino que cubra sus puntos ciegos y se aplique de manera sostenida, con presupuesto suficiente, seguimiento y evaluación.