Ayer, integrantes de Morena, simpatizantes y, destacadamente, la presidenta Claudia Sheinbaum celebraron con entusiasmo un aniversario más del triunfo electoral de Andrés Manuel López Obrador el 1 de julio de 2018. Fue un acto del culto a la personalidad de AMLO, cuyo referente sigue siendo fundamental para el partido en el poder.
Sheinbaum encabezó mensajes de agradecimiento y lealtad hacia su antecesor, dejando claro que, más que un cambio de gobierno, estamos ante una continuidad simbólica de lo que AMLO construyó. La presidenta compartió en sus redes que se celebraba “el día de la revolución de las conciencias. ¡Que viva la Cuarta Transformación!”, junto con un video con incontables loas al exmandatario.
La imagen y el fantasma de López Obrador siguen aportando legitimidad al proyecto político que hoy encabeza Claudia Sheinbaum. AMLO fundó un movimiento alrededor de su persona, marcando un antes y un después en la historia de México, donde los presidentes sólo lograban ser el eje del poder durante seis años.
¿Será capaz Morena de mantenerse en el tiempo sin el pegamento que representa la figura de AMLO?