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El caso Casar: una de las primeras pruebas de fuego para Godoy

La Fiscalía General de la República mantiene abierta una investigación contra María Amparo Casar, académica y analista política, por presuntas irregularidades relacionadas con el cobro de una pensión de Pemex, derivada del fallecimiento de su esposo, ocurrido en 2004. De acuerdo con la propia FGR, la indagatoria no es nueva: se inició en septiembre de 2025, antes de que Ernestina Godoy asumiera como fiscal general. Es decir, durante el tiempo en el que la fiscalía estuvo encabezada por Alejandro Gertz Manero. 

Casar es una de las voces más visibles y constantes de crítica a la Cuarta Transformación. Ha cuestionado decisiones del Ejecutivo, alertado sobre retrocesos institucionales y defendido la necesidad de contrapesos. Y, muy notoriamente, ha documentado con detalle actos de corrupción vinculados a la 4T, incluido el caso de Segalmex. En ese contexto, la investigación ha sido leída como un acto de persecución política y de la explotación del aparato penal contra figuras incómodas para el poder. 

Los elementos que alimentan esa percepción no son menores: la reapertura de un caso con más de dos décadas de antigüedad y los ataques abiertos del expresidente López Obrador contra María Amparo Casar en sus conferencias mañanera. 

Para Ernestina Godoy, este caso representa una oportunidad clave. Durante su comparecencia en el Senado prometió una Fiscalía autónoma, técnica y ajena a la persecución política. El expediente de Casar es una prueba temprana para esa promesa. Si la investigación está bien sustentada, deberá conducirse con total transparencia y debido proceso. Si no lo está, lo conducente y responsable será cerrarla. Empezará a haber más luz al respecto el martes, durante la primera audiencia del caso.