La construcción en picada durante 17 meses: ¿qué hay detrás de este derrumbe?

El valor de la construcción en México acumula 17 meses consecutivos a la baja, de acuerdo con datos del INEGI. En septiembre, el valor de producción del sector se desplomó 15.4% en comparación con el mismo mes del año pasado.

Detrás de esta caída sostenida hay varios factores que confluyen, incluyendo una disminución en la inversión pública por la terminación de grandes proyectos emblemáticos; un clima de incertidumbre que frena la inversión privada, explicada en buena medida por la reforma judicial y costos financieros más altos, que encarecen la construcción de nuevos desarrollos.

Hasta ahora, las consecuencias más visibles se han visto en el empleo. Las horas trabajadas en empresas constructoras bajaron más de 11% anual y el empleo en el sector retrocedió casi 10%. Los ingresos de quienes siguen trabajando han tenido un pequeño repunte, pero esto puede deberse a que las empresas estén despidiendo a los empleados con salarios más bajos.

Esta caída no afecta únicamente a los trabajadores de la industria. La construcción representa un motor clave de empleo, desde obreros hasta técnicos y profesionales, pasando por empresas proveedoras de materiales y servicios de todo tipo.

Además, la construcción es un reflejo del clima de inversión en el país. Su debilidad podría mostrar que sectores productivos clave están aplazando decisiones, lo que representa riesgos para el desempeño económico general.

México no puede darse el lujo de ver cómo 17 meses de caída se convierten en una tendencia hacia la paralización de uno de los sectores más importantes. Esta preocupante tendencia se suma al comportamiento inquietante de otros indicadores de la economía. ¿Acusarán recibo las autoridades competentes?