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Otro golpe a la industria aeronáutica por mala gestión gubernamental

El gobierno de Estados Unidos ha revocado la aprobación de 13 rutas operadas —o en proceso de apertura— por aerolíneas mexicanas hacia su territorio, y suspendido todos los vuelos combinados de pasajeros y carga operados en el AIFA. Estas medidas, anunciada por el secretario de Transporte estadounidense, Sean Duffy, responden al incumplimiento de México del Acuerdo de Transporte Aéreo de 2015. Desde 2022, se han reducido franjas horarias en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y se obligó a las aerolíneas a trasladar operaciones al AIFA. 

La decisión es un golpe serio. Con la temporada decembrina y la próxima celebración de la Copa Mundial de la FIFA 2026 en México en tres ciudades mexicanas, las rutas hacia Estados Unidos y la conectividad internacional son un factor clave para el turismo, la carga y las cadenas productivas. La pérdida de acceso a grandes mercados estadounidenses como Los Ángeles, Miami, Nueva York, Chicago y Houston reduce ingresos, ralentiza las actividades económicas y ahuyenta la inversión. Además, promueve que las aerolíneas estadounidenses refuercen su dominio sobre el transporte aéreo hacia y desde México. 

Aunque la decisión viene del exterior, las raíces del problema están en una mala gestión aeronáutica del gobierno mexicano. La insistencia personal del presidente Andrés Manuel López Obrador por redirigir tráfico al AIFA sin garantizar transparencia, competencia justa y relaciones bilaterales estables ha generado esta crisis. 

El gobierno debe asumir que la infraestructura sin estrategia, sin acuerdos sólidos y sin equilibrio regulatorio compromete a la economía nacional. México requiere de corredores aéreos eficientes y relaciones bilaterales respetuosas, no malas gestiones y caprichos que acaban en sanciones externas.