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“Ya no te voy a contestar”: Sheinbaum y la prensa

“Ya no te voy a contestar”: Sheinbaum y la prensa

Un episodio de una de las últimas conferencias matutinas de la presidenta Claudia Sheinbaum ilustra bien un cariz de la relación de su gobierno con la prensa crítica. El reportero Salvador Corona de El Universal cuestionó a la presidenta Claudia Sheinbaum sobre los recientes casos de muertes ligadas al llamado “huachicol fiscal”. Corona preguntó si no consideraba que fuera “casualidad” que uno de los marinos señalados haya muerto como resultado de un accidente en una práctica después de que se hizo pública su presunta implicación criminal.

La mandataria respondió concentrándose en el caso de la muerte de otro marino que, presuntamente, se suicidó cuando se informó de su supuesta participación en esta red de corrupción:

—Me parece, la verdad, con todo respeto a ti y al medio que representas, la manera en que lo preguntas, no me parece correcta, ni para la víctima ni por lo que ocurrió… Hasta ahora parece que fue un accidente, pero hay que hacer una investigación… Hasta ahora parece un accidente, pero entró la Fiscalía General de la República a hacer la investigación”.

—¿Ya en estos dos casos?, insistió el reportero, haciendo referencia al caso que estaba al origen de su pregunta y que la presidenta no tocó en su respuesta.

—Ya no te voy a contestar… Y no te voy a contestar por respeto a las víctimas y a la investigación. Insistir en un tema tan lamentable y sentido me parece que no es correcto”.

Las declaraciones de la presidenta son sencillamente incompatibles con el funcionamiento de una democracia. En un sistema democrático, no es potestad de las autoridades determinar si la formulación de las preguntas es o no correcta. Más aún, la naturaleza de una conferencia es, precisamente, que la prensa haga las preguntas que considera relevantes, con las perspectivas que juzga apropiadas. Y el papel de las autoridades es el de responder las preguntas que recibe, no el de calificar “la corrección” de las mismas y decidir selectivamente cuáles merecen su respuesta.

El volumen y la virulencia de las declaraciones desde la presidencia contra la prensa crítica han disminuido desde el cambio de gobierno de López Obrador a Sheinbaum. Sin embargo, la estrategia gubernamental de desplazar y estigmatizar a la prensa crítica sigue vigente.