La publicación realizada por Luisa María Alcalde, dirigente nacional de Morena, sobre un contrato que vincula a Edson Saúl Andrade Lemus con el PAN ha desatado una polémica preocupante sobre tolerancia política y protección de datos.
Alcalde exhibió que el influencer recibió una remuneración por servicios de “estrategia digital y gestión de redes” del PAN-CDMX. Lo más preocupante, hizo públicos datos personales sensibles contenidos en el documento, como su dirección, clave de elector y su Registro Federal de Contribuyentes.
Difundir esa información sin una justificación legal viola principios básicos de privacidad. La Ley Federal de Protección de Datos Personales obliga a manejar estos datos con responsabilidad, y su difusión sin consentimiento podría constituir una infracción.
Es también desconcertante que la presidenta Claudia Sheinbaum validara públicamente esta filtración, pues calificó la publicación de “muy interesante” y la exhortó a ser analizada. Este aval gubernamental contribuye a normalizar el uso de datos privados como arma política.
Por su parte, Edson Andrade afirma sentirse en riesgo, pues esta información pone en peligro su seguridad. También declaró tener pocas esperanzas en que una denuncia contra Luisa María Alcalde pudiera prosperar, pues la hermana de la dirigente de Morena, Bertha Alcalde, es la fiscal de la Ciudad de México.
El episodio recuerda un principio democrático fundamental: la posibilidad de expresarse libremente y sin temor a represalias, especialmente por parte de órganos del Estado.