El debate sobre la reducción de la jornada laboral cobró nueva vida en el Congreso. La propuesta busca modificar las horas de trabajo, pasando de 48 a 40 semanales. Este tema, que Movimiento Ciudadano ha abrazado como una piedra angular de su discurso político, podría recibir un impulso decisivo desde el Ejecutivo.
Ricardo Monreal, coordinador de la bancada de Morena, anunció la posibilidad de que la iniciativa presidencial llegue al Congreso antes del próximo 15 de diciembre. Este plazo resulta crucial, pues el periodo de sesiones concluye en la segunda semana de dicho mes.
La diputada de Movimiento Ciudadano, Patricia Mercado, confirmó que esta reforma figura entre los 100 compromisos de la Presidenta y de la mayoría parlamentaria. A pesar del consenso sobre la necesidad del cambio, el avance se ha estancado por más de dos años.
México, junto con Colombia y Chile, es uno de los países de la OCDE donde se labora más tiempo y se tiene menor productividad. Chile, por ejemplo, decidió implementar el ajuste a 40 horas en un proceso gradual de cinco años; Colombia avanza hacia las 44 horas.
El principal obstáculo radica en el cómo. La Secretaría del Trabajo cerró mesas de trabajo con cámaras empresariales y sindicatos. El debate se centra en aspectos complejos: la gradualidad de la aplicación, una posible prueba piloto o excepciones para pequeñas y microempresas.
Los sindicatos han expresado una exigencia clara: no aceptarían un intercambio donde la reducción de horas implique un pago menor por el tiempo extra. Patricia Mercado destacó que es urgente que la Presidenta envíe la iniciativa para que la mayoría parlamentaria pueda mover el engranaje legislativo.
Debido a que esta es una reforma constitucional, el camino será largo. Requerirá la aprobación de la Cámara de Diputados, luego el Senado y, finalmente, un mínimo de 17 congresos estatales. Para ello, se necesita voluntad e iniciar el proceso.
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